lunes, 4 de abril de 2011

La liebre Iberica



La ibérica es la más pequeña de las liebres que pueden encontrarse actualmente en España. El cuerpo mide alrededor de 45 cm , más 10 de cola, y el peso varía entre los 2 y 2,5 Kg. El pelo es corto y de color pardo-rojizo, entreverado de negro en el lomo, y blanco en hocico, mejillas, vientre, parte de las patas (pies y parte superior, siendo el resto pardo) y la cola. El extremo de las orejas y el dorso de la cola son negros. La liebre ibérica se diferencia también por algunas características de la arquitectura del cráneo, entre las que se encuentra el tener los incisivos superiores más inclinados hacia dentro. Los individuos de ambos sexos son difíciles de diferenciar a simple vista, aunque por lo general las hembras son de tamaño ligeramente superior.

Las liebres ibéricas son animales solitarios que pueden reproducirse en cualquier época del año, aunque la mayoría de los partos se concentran entre febrero y abril, y junio y julio. El primer parto incluye una o dos crías, mientras que lo normal en los posteriores son tres o cuatro, que nacen tras 42-44 días. Las hembras tienen la capacidad de aparearse y guardar el esperma de un macho incluso después de ser fecundadas con otro, lo que les capacita para tener una nueva camada en poco tiempo. Si por alguna razón se interrumpe el embarazo, la hembra no aborta, ya que su cuerpo puede reabsorber al embrion muerto.
Las crías nacen en un simple encamamiento, el mismo que la madre usa para dormir. Son notablemente precoces y en un año ya son maduros sexualmente. Las crías carecen del olor típico de los adultos, algo que unida a su capacidad para agazaparse las mantiene a salvo de los depredadores. Las liebres pueden vivir hasta 9 años en libertad y 12 en cautividad.

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